Agua, pura vida
El 60% de nuestro cuerpo es agua. Necesaria para vivir. Sin ella todo estaría seco. No habría plantas ni animales. Es el elemento esencial para cada uno de nosotros. Imprescindible para cada día, debe tomarse bebida y a través de alimentos como frutas y verduras.
Rica, refrescante y saciadora de sed como ninguna otra bebida, el agua es un elemento vital por encima de todo. Y lo es, no sólo para el hombre, sino para la existencia misma de la Tierra: animales y plantas viven gracias a ella.
El 60% del cuerpo humano está compuesto por agua: la sangre, la linfa, el líquido del cerebro, los jugos digestivos, la saliva, las células… de hecho cerca del 65% del peso de un hombre es, simplemente, agua.
Así es desde la gestación misma, cuando el líquido amniótico rodea al feto. Y continúa el resto de la vida, a lo largo de la cual es más importante el agua que la comida. Sin ésta un hombre puede vivir hasta un mes, sin la bebida, moriría a los pocos días.
El proceso de envejecimiento es, para muchos, un proceso de deshidratación. Y es que, en los recién nacidos, el porcentaje de agua en el cuerpo es del 80%, mientras que en los ancianos tan solo llega al 55%.
¿Cuanto consumir?
Por todo ello, la ingesta de agua diaria es absolutamente imprescindible. La cantidad necesaria de media para cada día está en dos litros. Pero no para todo el mundo beber agua es un verdadero placer. Para todos ellos es importante consumirla a través de alimentos ricos en H2O. Las verduras, las frutas y la leche están compuestos, en cerca de un 90% de agua.
Las circunstancias que hacen que las necesidades varíen son, entre otras cosas, la actividad física, la temperatura y la humedad. A nivel alimenticio, el consumo de sal y el de agua están íntimamente relacionados: cuanto más saladas sean las comidas, más agua será necesaria para reponer los dos litros que eliminamos en 24 horas.
Por ello es recomendable que todos aquellos que gusten de disfrutar las recetas con bastante cantidad de sal, beban más agua o consuman más fruta y más verdura. Las ensaladas, por ejemplo, son siempre una solución acertada para aportar agua al organismo.
Agua embotellada o de grifo
El agua que se vende embotellada tiene varias ventajas sobre la del grifo, gracias a su aporte de diferentes minerales. Las hay ferruginosas, sulfurosas, carbonatadas, gaseosas… Las que contienen bicarbonato son recomendables para la digestión, mientras que las que tienen magnesio son buenas para paliar el estrés.
Estos componentes son, además, los culpables de las diferencias de color y sabor de las distintas aguas. En nuestro país se produce cada vez más agua envasada.
El consumo de otras bebidas también ofrece agua a nuestro cuerpo, pero ninguna de ellas es tan saludable como el H2O. El café y el té, por ejemplo, son estimulantes, por lo que no todos los momentos son buenos para su consumición.
Los refrescos, por su parte, contienen un enorme aporte calórico del que a veces es importante prescindir. Por lo tanto, para quitar la sed, para mantenernos sanos y jóvenes, lo mejor es el agua.
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