Refrescantes, llamativos, elegantes, nutritivos, energizantes: en definitiva, un verdadero triunfo del gusto y del color, una saludable tregua a los intensos calores del verano. Una excelente alternativa para el aperitivo, junto a la piscina o a la orilla del mar.
Vitaminas, minerales, antioxidantes son sólo algunos de los muchos beneficios que aportan estas vigorizantes bebidas veraniegas. ¡Felices las madres de saciar a sus hijos de nutrientes y sana energía! De evitar las bebidas cola, los colorantes y los endulzantes artificiales.
Felices todos aquellos que buscan bienestar y salud en las propiedades curativas y preventivas de los jugos naturales que aseguran ser desintoxicantes, depurantes, antiestrés, antiestreñimiento, antiartritis y antigripales, además de procurar pieles tersas y cabellos relucientes.
La lista es larga, sin embargo no hay que olvidar que el contenido de fibras en las frutas es generalmente mayor que en los jugos y que éstos no están exentos de calorías, por lo que no hay que excederse de uno o dos vasos diarios.
En cuanto a las recetas, el abanico de posibilidades es tan grande como la combinación de colores, texturas y sabores que resultan de la gran variedad de frutas y vegetales de la estación.
Mezclas exóticas que incluyen cítricos y frutas tropicales, la magia de las hierbas y las flores, el inigualable toque del jengibre y las especias, la glacial textura del hielo “granizado” y la enjundia de las cremas, la leche y el yogur son parte de los cientos de alternativas.
Podemos atender el espíritu también cuando a estos frescos jugos de frutas y sus densas pulpas les agregamos un toque malicioso de vodka, ron, tequila, vino blanco o champagne.
Frutillas, frambuesas, papayas, duraznos, piñas, melones, tomates, sandías, mangos, naranjas, pomelos son simplemente grandes fuentes de inspiración. Sólo requieren madurez, frescura (deben estar recién exprimidos) y muy bajas temperaturas…
