Calentar el horno a unos 220 grados centígrados.
Retirar la piel dura del tocino; disponer una loncha alrededor de cada solomillo y sujetarla con un cordel fino.
Colocar los solomillos envueltos en una fuente refractaria.
Rociar con zumo de medio limón; salpimentar.
Picar el ajo en un mortero junto con las avellanas.
Mezclar la picada con la mantequilla reblandecida y el queso rallado. Sazonar y agregar el zumo de medio limón.
Cubrir la parte superior de los solomillos con la mitad del picadillo preparado.
Apagar el horno y encender el gratinador (fuerte si tiene más de una graduación). Introducir la fuente con la carne y dejar unos 6 minutos.
Pasado este tiempo, dar la vuelta a los solomillos, cubrirlos con el resto del picadillo y gratinarlos otros 6 minutos.
Entre tanto, tostar las rebanadas de pan.
Al sacar la fuente del horno, colocar los tournedós sobre las tostadas de pan y servir inmediatamente.