Si has ofrecido un buen vino pero ha quedado una botella mediada, para que el sobrante no se estropee, puedes hacer lo siguiente: clava una cerilla en la parte inferior del tapón de corcho, es decir, la que queda dentro de la botella una vez tapada. Prende la cerilla y tapa de inmediato. La llama consumirá el oxígeno contenido en la botella, que es precisamente la causa de que el vino se oxide.