La noche antes una inmersión en agua fría, de 12 horas, previa a la cocción, ayuda a hidratarlas. Así se acorta enormemente el tiempo de cocción posterior. Lo ideal es ponerlas en remojo la noche antes de prepararlas. Conviene que queden un lugar frío o en la nevera, para evitar fermentaciones. Antes del remojo deben lavarse varias veces con agua fría y eliminar aquellas dañadas o rotas. Eliminar las partículas sobrenadantes del remojo; pequeños insectos procedentes de la cosecha, contaminantes o pequeñas suciedades. La proporción justa de agua. Para el remojo, usar 3 partes de agua por una de alubias secas. En la cocción, la cantidad de agua no debe sobrepasar el tercio de su volumen.