No te preocupes tiene solución: escurre la pasta como lo haces siempre y luego sumérgela en agua limpia y deja correr un poco de agua corriente un rato. Déjalo así hasta que pierda el exceso de sal.
No te preocupes tiene solución: escurre la pasta como lo haces siempre y luego sumérgela en agua limpia y deja correr un poco de agua corriente un rato. Déjalo así hasta que pierda el exceso de sal.