Se toman las setas, metiéndolas en un bote con sal fina y zumo de un limón durante un día, dejándolas que suelten el agua poco a poco después se dejan secar sobre un paño por unas horas. Finalmente, se introducen en grandes botes que se llenan a partes iguales con aguardiente y vino de Málaga u otro vino aromático y se esterilizan durante 20 minutos a 100º C.