Si cuando abres una botella de vino te llevas la desagradable sorpresa de que tiene regusto a corcho o a la madera del tonel en que estuvo, remédialo añadiendo a la botella una cucharada sopera de aceite de oliva y agitando enérgicamente. Deja luego que el vino repose durante una hora y, transcurrido este tiempo, decanta cuidadosamente el aceite, que flotará en la superficie.