Para que al freír los calamares no te salte el aceite, sólo tienes que hacer lo siguiente: cuando estén limpios, partidos y listos para freír, y antes de rebozarlos en harina, échales un poco de aceite crudo, déjalos así unos minutos. Después, podrás freírlos como siempre, pero sin riesgos de quemaduras.