La franja costera de Cantabria abarca cerca de 150 km de recorrido por espacios naturales privilegiados, salpicados de playas, montañas y valles. Un auténtico paraíso donde se hayan ancladas las villas marineras, parada obligada para degustar mariscos y pescados frescos y exquisitos, extraídos del cantábrico.
El itinerario comprende: Castro Urdiales ( famoso por el besugo y los caracoles de tierra así como por sus tascas y bares, repletos de pinchos de todo tipo ), Laredo ( con una peculiar forma de preparar el bonito, famosa por sus respigos y por sus multitudinarios concursos veraniegos de marmita en el día de San Roque ) o Santoña ( universal por sus conservas de anchoa y bonito ).
En Isla se recomienda degustar una langosta o un ollocántaro ( bogavante ) a la plancha, en Pedreña las extraordinarias almejas de la zona y en San Vicente de la Barquera el sorropotún ( variante de la marmita ) y las ostras. En lugares como Noja, Ajo, Loredo, Somo, Mogro, Suan- ces y Comillas es posible disfrutar en verano de las parrillas al aire libre, donde degustar los autóctonos bonito, bocarte y sardina.