
PIMIENTOS DEL PIQUILLO RELLENOS DE BUEY DE MAR
Pimientos del piquillo rellenos de buey de mar. Alimento Base: Pimiento del Piquillo, Abrimos las latas y escurrimos los pimientos. Los colocamos en una sartén amplia, que cubran bien el fondo, junto con los dientes sueltos de la cabeza, sin pelar...
Tiempo de preparación 1 hora h
Tiempo total 1 hora h
Plato Pimiento del Piquillo
Cocina España
Raciones 4 comensales
Ingredientes
- 1/2 kg de buey de mar txangurro a la donostiarra
- 15 cucharadas de bechamel muy cocida
- 2 latas de pimientos del piquillo
- 1 cabeza de ajos
- Aceite de oliva
- Harina y huevo batido
- Sal
Elaboración paso a paso
- Abrimos las latas y escurrimos los pimientos.
- Los colocamos en una sartén amplia, que cubran bien el fondo, junto con los dientes sueltos de la cabeza, sin pelar y cubiertos de aceite de oliva.
- Los arrimamos a fuego suave de forma que surjan tímidamente pequeños hervores en su superficie, siempre controlando que la intensidad del fuego sea muy baja.
- Los tendremos así aproximadamente 1/2 hora, dándoles continuas vueltas con ayuda de dos tenedores, sin pincharlos, para que se confiten por ambas caras.
- Veremos que los pimientos enturbian el aceite y conforme se van confitando van acumulando en su superficie pequeños rastros de jugo caramelizado y el aceite se va limpiando. Es entonces el momento de retirarlos.
- Los escurrimos con cuidado de que no se rompan, puesto que estarán muy frágiles.
- El aceite lo reservamos para confitar pimientos en otra ocasión o para freírlos posteriormente. Los dejamos enfriar.
- Ponemos a calentar el buey de mar y lo hervimos despacio para evaporar todo el jugo que pueda contener, hay que dejarlo un poco seco.
- Entonces le añadimos, para ligarlo, las cucharadas de bechamel. Rectificamos el sazonamiento.
- Con cuidado, una vez que los pimientos estén templados, los podamos manejar con las manos, los rellenamos con el relleno frío, para poder trabajar más cómodamente.
- Una vez todos rellenos, los pasamos por harina y huevo batido y los rebozamos en el aceite muy caliente, escurriéndolos en papel absorbente.
- Los podemos comer así o sumergirlos y darles un hervor en una salsa de tomate muy suave o en una salsa americana hecha con los caparazones de los bueyes de mar. Pero esa es otra historia.