El Gazpacho. Color, olor, sabor… ¿y qué más?

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El gazpacho

En la variedad está el gusto…

Es sabido que quizá la receta andaluza más conocida mundialmente es el «Gazpacho andaluz«, un plato de fácil preparación y con un alto valor alimenticio.

Esta sopa fría tan refrescante y reconstituyente está hecha en a base de tomates, pepino, pimiento rojo (o verde), ajo, aceite de oliva virgen (extra mejor) vinagre y sal, aunque existen muchas formas de preparación donde se pueden añadir otros ingredientes, o sustituir algunos de ellos.

Hay quien al gazpacho añade algo de pan del día anterior mojado en agua, o quien agrega un poco de comino, o de pimentón dulce.

gazpacho
salmorejo

Incluso dependiendo de la zona de Andalucía las variaciones han ido dando como resultado ricos y también famosos platos como son el salmorejo, la porra antequerana y el ajoblanco.

El salmorejo es un plato típico en Córdoba, Andalucía, aunque también se elabora en Extremadura y otras provincias españolas, que se elabora con ajo machacado, miga de pan, aceite de oliva, tomates y sal. La consistencia es espesa similar a un puré. Suele acompañarse echando por encima trocitos de jamón serrano, huevo duro, y a veces con picatostes.

La porra antequerana, que como indica su nombre es típica de la ciudad de Antequera en la provincia de Málaga, es una sopa fría similar al salmorejo que se prepara machacando los ingredientes o un mazo o porra, de ahí el nombre, con tomates, miga de pan, pimiento verde, aceite de oliva ajos y sal. Y también se sirve con trozos de jamón, huevo cocido y en ocasiones con atún en aceite.

El ajoblanco plato muy conocido en toda Andalucía y Extremadura. Se compone de almendras molidas, ajo, pan, agua, aceite de oliva, vinagre y sal. Se suele servir acompañado con uvas y melón.

ajoblanco

No podemos abandonar el extenso mundo de los gazpachos sin mencionar otra variedad tan digna de probar como el andaluz: el gazpacho manchego.

Debemos advertir que no se trata de un plato frío, sino que se toma bien caliente, preparado para entonar el cuerpo durante los áridos inviernos de esta región peninsular. Con él sucede lo mismo que con el andaluz, cada cocinero tiene su fórmula propia para obtener un delicioso guiso de carne de conejo o de liebre, acompañado, eso sí, de trocitos de torta gazpachera, una masa parecida a la del pan, pero amasada hasta convertirse en una fina lámina que se desmenuza en pedacitos para incorporarla al puchero.

Si en vez de añadirle carne, decidimos que junto a la torta sean las patatas, el tomate y los pimientos nuestros ingredientes, podremos degustar un gazpacho como el que antiguamente hacían los pastores manchegos en el campo.

Por último, saltando de nuevo de los calientes a los fríos, debemos decir que en la actualidad podemos encontrar este exquisito plato incluso junto a pescados y mariscos, con los que combinará perfectamente si le añadimos su caldo.

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