Aunque el verano es una época en la que proliferan las dietas para mantenerse en forma, el chocolate es, en sus múltiples variedades, un clásico irresistible a lo largo del todo el año y también en los meses estivales puede encontrarse en la gastronomía, especialmente en postres y batidos.
Batidos refrescantes
Con los calores del verano, los batidos siempre resultan agradables y refrescantes, bien como refrigerio o bien para complementar una comida. Son un excelente complemento en la dieta porque se trata del alimento que posee una mayor densidad de calcio. Tomando diariamente un vaso de este producto, se cubre más de la tercera parte del calcio que necesita el organismo y contienen diferentes tipos de proteínas, entre ellas, la caseína, con propiedades anticancerígenas.
Por su parte, el chocolate es un comodín para los postres que permite elaborar innumerables recetas y aunque contiene grasas y calorías es difícil poder resistirse a él. Una idea, especialmente para aquellas personas que quieran seguir una dieta sin remordimientos de conciencia, es tomar batidos de chocolate bajos en calorías, que aportan apenas 40 calorías por bebida. Un vaso de 200 ml de leche con chocolate aporta 136 calorías y tan sólo 3 gramos de grasa.
Para elaborar un sabroso batido casero: se prepara helado de chocolate negro con leche en una batidora hasta que esté semi-líquido. Por otra parte, se coge una tableta de chocolate puro, se ralla y se mezcla con el batido. Si se quiere conseguir más espuma, se levantará el brazo de la batidora a medida que la máquina bate y luego se servirá en un vaso alto con una pajita.
Se pueden añadir un par de gotas de ron antes de terminar de batir o también poner un poco de nata encima del batido, y así queda delicioso. Pero, sobre todo, es importante que se sirva siempre muy frío y que se consuma pronto porque teniendo en cuenta los calores estivales y que contiene leche, puede estropearse con facilidad.
La mousse, rápida y sencilla
Dentro del apartado de los postres, hay un amplio abanico de opciones. Se puede preparar una ‘mousse’ de chocolate rápida y sencilla. Para ello, se trocea el chocolate en un recipiente, se añade leche y se calienta al baño maría. Se separan las yemas de 3 huevos y se añaden a la mezcla. Después se baten las claras de los huevos y se mezclan con el azúcar, hasta obtener una mezcla a punto de nieve. Cuando el chocolate está derretido, se mezcla con estas claras a punto de nieve. Se retira del fuego y se mantiene en un recipiente, tapado con papel transparente. Posteriormente hay que mantenerlo en el congelador, unas 2 horas a una temperatura entre 1º-5º. A la hora de servirlo, se recomienda hacerlo acompañado de frutas del bosque.
También se pueden preparar buñuelos de chocolate, para lo cual son necesarios 100 gramos de chocolate fundido y otros 100 de nata líquida, que se mezclarán en un recipiente. Cuando la masa se enfríe, se moldearán manualmente bolitas del tamaño de una cereza y se meterán inmediatamente en el congelador. Cuando ya estén congeladas se preparará una masa tipo Orly y en ella se irán rebozando las bolitas antes de freírlas en aceite muy caliente y abundante.
Brownies, otra alternativa deliciosa
Los brownies de chocolate son otra alternativa deliciosa. Para elaborarlos, hay que poner en el microondas un cuenco con mantequilla, agua y azúcar hasta que comience a hervir. Posteriormente, y tras remover la mezcla, se añaden trocitos de chocolate y se vuelve a calentar, removiéndolo de vez en cuando, hasta que la mezcla se deshaga. Se añaden dos huevos, mezclándolos bien con la masa y finalmente se agregan vainilla, harina, levadura y sal. Un toque “extra” pueden ser unas nueces picadas. Se mete al horno y tras comprobar que está hecho, se deja enfriar y se corta en daditos.
Las tartas son otro clásico en los postres y una receta deliciosa es la de chocolate con helado. Para elaborarla, se ponen dentro de un recipiente chocolate, mantequilla y leche y se calientan a baño maría sobre un fuego lento hasta que se funda todo. Posteriormente se quitan del fuego y se añaden azúcar y coco rallado. Se coloca toda la mezcla en una fuente, se comprime y se deja enfriar en el frigorífico durante al menos dos horas. El toque final es colocar encima el helado, del sabor que se prefiera. Unas hojas de menta fresca pueden ser el adorno final.
Aunque es uno de los alimentos más tentadores, el chocolate no es adictivo. 50 gramos de chocolate negro tienen casi un 10% del requerimiento diario de magnesio, un mineral necesario para la correcta absorción de calcio. Además, sus hidratos de carbono se utilizan para producir serotonina en el cerebro, que contribuye a producir relax y bienestar. Es verdad que contiene cantidades importantes de grasa, pero no todo es negativo.
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