El producto amparado se define como la parte vegetativa de la especie Brassica rapa. L. var. rapa de las variedades cultivadas autóctonas y de las comerciales «Grelos de Santiago» y «Globo blanco de Lugo» destinados al consumo humano.
Características morfológicas: Raíz pivotante, engrosada en la parte superior y unida al tallo liso y ramificado a partir del cuello. Hojas inferiores pecioladas, cerdosas y con lóbulos laterales anchos y pequeños, aunque el terminal es mayor. Hojas del tallo floral superiores sentadas oblongo-lanceoladas con dos orejuelas grandes, redondeadas, abrazadoras y glabras.
Características organolépticas: Color verde intenso, más acentuado a medida que la planta se aproxima al momento de floración. Sabor ligeramente ácido, combinado con cierto amargor. Textura ligeramente fibrosa, más acusada si la variedad es de hoja estrecha, con elevado porcentaje de peciolos. Dureza muy baja debido al bajo contenido en fibra alimentaria.
Presentaciones comerciales: En fresco, en los tradicionales manojos de pesos aproximados de 0,5 Kg. o 1Kg, atados por medio de cintas vegetales o de otros materiales autorizados en el manual de calidad. Transformados, bien congelados bien en conserva.
Zona Geográfica
La zona de producción se extiende a todos los municipios de la Comunidad Autónoma de Galicia. La zona de transformación y envasado coincide con la zona de producción.
Método de Obtención
La semilla a utilizar será tanto la procedente de las variedades cultivadas autóctonas, como la de las variedades comerciales autorizadas «Grelos de Santiago» y «Globo blanco de Lugo». Se permite la utilización de semillas procedentes del reempleo de la propia explotación, así como la que provenga de otras parcelas o productores inscritos en el correspondiente registro.
La siembra se realiza a voleo, a partir de mediados de agosto, variando la fecha en función de la zona y de la precocidad de la variedad.
La recolección será manual, preferiblemente en horas frescas. Requiere de un manejo muy cuidadoso para prevenir daños en las hojas, lo cual afecta a la apariencia y además se constituye en posible fuente de entrada de microorganismos causantes de enfermedades. Cuando el producto esté destinado a la industria de transformación también se podrá recoger el cultivo utilizando medios mecánicos. El mismo día de la recolección, y con sumo cuidado para no dañar el producto, los grelos serán enviados al almacén manipulador o a la industria transformadora, en su caso.
La transformación y el envasado de los grelos: deberán realizarse en la zona geográfica delimitada.
La incorporación del nabo (o grelo) a la rotación de cultivos aparece documentada en el siglo XIII a través de diversos documentos forales y otros de compra – venta. .
Los grelos resultan ser hortalizas imprescindibles en alguno de los platos más representativos de la cocina gallega como el «Caldo» o «Pote gallego», el «Cocido» y el «Lacón con Grelos», constituyendo asimismo un elemento diferenciador con respecto a la cocina tradicional de otras regiones.
En la cultura popular gallega son muchas las cantigas, adivinanzas, refranes y frases hechas que, en referencia a la planta o a los platos que se elaboran con ella, expresan creencias e ideas recibidas de la comunidad.
La orografía, los suelos y el clima son factores que condicionan el uso de variedades, habiéndose adaptado éstas a las diferencias existentes dentro del área de producción. Tradicionalmente el cultivo en las zonas altas y medias se realizaba en extensivo, mientras que en las zonas bajas y valles fluviales, se practicaba un cultivo intensivo, en fincas de buena calidad.