El alquequenje tiene un sabor agradable, ligeramente acidulado, que recuerda en algún modo al gusto del tomate. Se presenta en un cáliz en forma de vejiga, con cinco o diez costillas muy marcadas, que cobija en su interior una baya pequeña, esférica, lisa y de color timidamente anaranjado similar a una cereza. Aunque puede ser comido al natural como cualquier otro fruto, su principal aplicación la encuentra en la elaboración de mermeladas y compotas, o bien como complemento para preparados de repostería. Variedades más destacables de la capulina: Goldenberry: dorado y de sabor dulce. Alquejenje amarillo enano: originario de América del Norte. El fruto es una baya amarilla y redondeada, de 1,9 centímetros de diámetro y sabor dulce pero ligeramente ácido. Se emplea crudo, pero sobre todo hervido en estofados, salsas y para la elaboración de conservas. Tomatillo: originario de México, también se cultiva en otras zonas. Es un fruto grande de color purpúreo y recubierto de una piel amarillenta. Es muy pegajoso e insípido para consumirlo fresco, por lo que se emplea en la elaboración de salsas y conservas. La época más adecuada para adquirir esta fruta es a finales del verano y en otoño, ya que estos frutos maduran desde agosto hasta noviembre. El componente mayoritario del alquejenje común es el agua. Aporta una cantidad importante de hidratos de carbono pero muy baja de grasas y proteínas, por lo que su valor calórico no es elevado. | Es rico en vitaminas, especialmente provitamina A y también contiene, en menor proporción, vitamina C y del grupo B. La provitamina A o beta-caroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. Ambas vitaminas, cumplen además una función antioxidante. Así mismo contiene ácidos orgánicos (cítrico y málico), pectina (fibra soluble) y, en menor cantidad, taninos que le confieren una cierta astringencia. |